Francisco y Ana provenían de un pequeño pueblo de donde tuvieron que alejarse por cuestiones laborales e instalarse en una lejana ciudad llamada Las Perlas. Apenas llegaron se casaron por civil y por iglesia. Poco tiempo después tuvieron dos hermosos hijos llamados Juana y Pedro.Los pequeños, por las noches le pedían a su madre que les contara un cuento de brujas, ya que estos niños eran muy supersticiosos. Sin embargo, una vez finalizado el relato no se podían dormir por los ruidos de los badajazos, es por eso que cada mañana cuando sus padres los intentaban despertar para compartir el desayuno, ellos no respondían al llamado ya que pasaban la noche en vela. Esta situación persistió durante algunas semanas, mientras el malestar producto del insomnio crecía día a día.
Ana y francisco después de pensar en cuál era la mejor solución para este problema, decidieron postergar los proyectos emprendidos a fin de resguardar el bienestar de sus hijos. Es por eso que se marcharon regresando a su pueblo natal llamado Casulla.
FIN
No hay comentarios:
Publicar un comentario